Olga de Vanzetti, directora del Hospital de
Chamical, se refirió en los medios a la actuación de los médicos en el
accidente de Juan Ramón Tello que falleció luego de ser succionado por una máquina de molienda de maíz. “No tenía posibilidades de vida”, aseguró la médica.
En ese aspecto, comentó que “el hombre sufrió heridas en la zona de la cabeza y del cuello por el efecto de succión de la máquina, que tiene un sistema donde el grano ingresa, y lo muele”. “Tomó parte de la cabeza y comprimió la parte del cuello”, agregó.
“Ingresó en coma, con una muerte cerebral. No tenía nada de posibilidades de sobrevida”, sostuvo. Se le hicieron todas las curaciones, se lo envió con dos enfermeras, una de las cuales es experimentada en traslados de emergencias, y cuando estaba a unos 8 o 10 kilómetros de llegar a la Capital, se produjo un paro cardíaco. Ellas comienzan la reanimación solicitando el apoyo de una emergencia del 107. Llegaron, salió del paro y repitió otro cerca de la rotonda de San Nicolás. Continuaron la reanimación y no lo pudieron sacar, llegando al Hospital Vera Barros ya fallecido, relató la médica.
En cuanto a la razón de por qué no fue un médico en la ambulancia, dijo que “una persona capacitada le podía hacer las reanimaciones que le hicieron pero el paciente no estaba con posibilidades ninguna de sobrevida”.
Si se respetó el protocolo en este caso, expuso: “El paciente no tenía posibilidades de vivir y en ese momento del accidente no estuve en conocimiento del tema. El médico tomó esa decisión porque tenía otro paciente grave y debido a la evaluación que hizo que el paciente estaba con muerte cerebral, no tenía expectativas”.
Por otro lado, afirmó que en Chamical hay una ambulancia totalmente equipada para emergencias de este tipo.
En ese aspecto, comentó que “el hombre sufrió heridas en la zona de la cabeza y del cuello por el efecto de succión de la máquina, que tiene un sistema donde el grano ingresa, y lo muele”. “Tomó parte de la cabeza y comprimió la parte del cuello”, agregó.
“Ingresó en coma, con una muerte cerebral. No tenía nada de posibilidades de sobrevida”, sostuvo. Se le hicieron todas las curaciones, se lo envió con dos enfermeras, una de las cuales es experimentada en traslados de emergencias, y cuando estaba a unos 8 o 10 kilómetros de llegar a la Capital, se produjo un paro cardíaco. Ellas comienzan la reanimación solicitando el apoyo de una emergencia del 107. Llegaron, salió del paro y repitió otro cerca de la rotonda de San Nicolás. Continuaron la reanimación y no lo pudieron sacar, llegando al Hospital Vera Barros ya fallecido, relató la médica.
En cuanto a la razón de por qué no fue un médico en la ambulancia, dijo que “una persona capacitada le podía hacer las reanimaciones que le hicieron pero el paciente no estaba con posibilidades ninguna de sobrevida”.
Si se respetó el protocolo en este caso, expuso: “El paciente no tenía posibilidades de vivir y en ese momento del accidente no estuve en conocimiento del tema. El médico tomó esa decisión porque tenía otro paciente grave y debido a la evaluación que hizo que el paciente estaba con muerte cerebral, no tenía expectativas”.
Por otro lado, afirmó que en Chamical hay una ambulancia totalmente equipada para emergencias de este tipo.

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