Fue una tarde angustiante para Independiente y sus hinchas, que presenciaron en el mítico escenario la página más oscura de los 108 años de vida del club. El partido pasó casi inadvertido por los resultados que llegaban desde San Juan y La Paternal. Independiente sintió los goles de San Martín y Argentinos Juniors, sus rivales directos, y se resignó ante un San Lorenzo que le ganó con un gol de Angel Correa a los 14 minutos del segundo tiempo.
A partir de agosto, Independiente vivirá entonces una nueva y desconocida etapa, en la que intentará dar vuelta la página y regresar lo antes posible a la máxima categoría para tratar de volver a ser, en algún momento, de nuevo el Orgullo Nacional. La primera parte fue muy mal jugada por los dos equipos, careciendo ambos de imaginación y de claridad para armar acciones de peligro.
Apremiado por su situación límite, Independiente fue un manojo de nervios que simplemente intentó llegar al arco rival con centros esporádicos o disparos desde lejos. Muy poco trabajo colectivo.
El conjunto local cometió demasiadas imprecisiones y le permitió a San Lorenzo, que tampoco mostró gran ambición para ir a buscar el arco de enfrente, quedarse paciente y expectante.
A los cinco minutos, tras un error en la salida de Independiente, Correa tomó la pelota, se apuró a definir y la mandó por arriba del travesaño. Lo único rescatable de Independiente ocurrió a los diez minutos con un disparo cruzado desde media distancia de Daniel Montenegro que salió cerca del palo derecho de Sebastián Torrico.
El primer gol de San Martín en San Juan se sintió en Avellaneda, enmudeció al estadio y les anticipó a los hinchas el triste final de la historia.
San Lorenzo volvió a llegar a los 15, con un remate de Leandro Romagnoli que tapó Rodríguez, en un momento de muchas dudas en el conjunto local. La salida por lesión de Hernán Fredes generó una reacción violenta de un grupo de unos veinte hinchas, que al bajar a insultar al mediocampista en la zona de plateas mantuvieron una gresca con efectivos de seguridad privada, provocando el parate del partido durante tres minutos. Luego, el juego se reanudó e Independiente se fue hacia los vestuarios con indiferencia de parte de su gente y sólo algunos tibios aplausos.
En la etapa final, el gol de Argentinos ante Colón golpeó todavía más a Independiente, lo sacó del partido y le dio más libertades a un San Lorenzo que lo terminó resolviendo con una exquisita definición de Correa al palo izquierdo de Rodríguez.
De ahí en adelante, el partido se desvirtuó y el Libertadores de América fue testigo de distintas expresiones de los hinchas contra la actual y la anterior dirigencia por el mal manejo que tuvo el club en los últimos años y que desembocó en este triste presente. F: diariodecuyo.com.ar
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