La Secretaría de Ambiente de la
provincia celebra el Día Mundial de Protección a la Naturaleza. El titular del
área Nito Brizuela sostuvo que es la oportunidad para reivindicar el compromiso
con la preservación del medio en el que vivimos, recordando las premisas que
dieron origen a esta conmemoración, producto de la visión de un hombre que
marcó la historia, no solo del país sino del mundo, el general Juan domingo
Perón.
Explicó que el 16 de marzo de 1972,
desde su exilio en Madrid, el general Juan Domingo Perón, en una carta dirigida
al secretario General de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, hacía mención a
los graves problemas que en ese momento de la historia acosaban a la humanidad,
entendiendo que las Naciones Unidas deberían constituir el eje de cualquier
acción internacional conjunta en el campo de la protección de la naturaleza.
Brizuela recordó que “entre estas
líneas, Perón alertaba sobre la marcha suicida que la humanidad ha
emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la
dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la
población y la sobreestimación de la tecnología y hacía un llamado para
revertir la situación, que solo se logra con una Revolución mental”.
Asimismo destacó que “como peronistas no
podemos desconocer este legado, que con tanta visión formuló nuestro líder,
previendo lo que sucedería en un futuro si no somos conscientes de la importancia
que tiene el ambiente para nuestra vida”.
De este modo, dijo que “desde el área a
mi cargo y con el acompañamiento de nuestro gobernador, día a día trabajamos
para y con la gente, utilizando diferentes herramientas que nos permiten
entender que el hombre no puede ser concebido independientemente del medio
ambiente que él mismo ha creado, teniendo en cuenta que para preservar el
ambiente y vivir en armonía con la naturaleza, no hay necesidad de abandonar
los avances tecnológicos, tal como lo manifestó Perón”.
“La Rioja fue, es y será una provincia
comprometida con el ambiente, con la vida, solo basta con ver el imponente
parque eólico, las plantas de tratamiento de efluentes industriales inauguradas
meses atrás por Beder Herrera en Capital, la planta de tratamiento que se está
construyendo en Nonogasta, los planes y proyectos que se ejecutan diariamente
para la forestación de la provincia, la fiscalización de flora y fauna que se
realiza con el aporte de las fuerzas de seguridad, en fin, pequeñas, medianas y
grandes acciones que hacen de ésta, una provincia que quiere ser ambiental y
productivamente sustentable”, puntualizó.
Brizuela aseveró también que “no podemos
olvidar que la provincia La Rioja fue pionera en la declaración del pacto
federal ambiental, en 1990 cuando se funda lo que hoy es el Consejo Federal de
Medio Ambiente – COFEMA, donde se debaten, deciden y definen las políticas
ambientales de cada provincia de nuestro país”.
Finalmente, el secretario de Ambiente
dijo que “todos estamos llamados a realizar la revolución mental que pregonaba
el general Perón, entendiendo que cada acción que realizamos, por pequeña que
sea, tiene su consecuencia positiva o negativa en el medio, y de una u otra
manera afecta nuestro vivir y el de las generaciones futuras. El cambio está en
nosotros”.
Extracto de la Carta al secretario general
de las Naciones Unidas y del Mensaje del General Perón a los Pueblos y los
Gobiernos del Mundo. Marzo de 1972
Son necesarias y urgentes: una
revolución mental en los hombres, especialmente en los dirigentes de los países
más altamente industrializados; una modificación de las estructuras sociales y
productivas en todo el mundo, en particular en los países de alta tecnología
donde rige la economía de mercado, y el surgimiento de una convivencia
biológica dentro de la humanidad y entre la humanidad y el resto de la
naturaleza.
Esa revolución mental implica comprender
que el hombre no puede reemplazar a la naturaleza en el mantenimiento de un
adecuado ciclo biológico general, que la tecnología es una arma de doble filo,
que el llamado progreso debe tener un límite y que incluso habrá que renunciar
a algunas de la comodidades que nos ha brindado la civilización, que la
naturaleza debe ser restaurada en todo lo posible, que los recursos naturales
resultan agotables y por lo tanto deben ser cuidados y racionalmente utilizados
por el hombre.
Cada Nación tiene derecho al uso
soberano de sus recursos naturales. Pero al mismo tiempo, cada gobierno tiene
la obligación de exigir a sus ciudadanos el cuidado y utilización racional de
los mismos.
La modificación de las estructuras
sociales y productivas en el mundo implica que el lucro y el despilfarro no
pueden seguir siendo el motor básico de sociedad alguna, y que la justicia
social debe erigirse en la base de todo sistema, no sólo para beneficio directo
de los hombres sino para aumentar la producción de alimentos y bienes
necesarios.
La lucha contra la contaminación del ambiente
y la biosfera, el despilfarro de los recursos naturales, el ruido y el
hacinamiento de las ciudades y el crecimiento explosivo de la población del
planeta debe iniciarse ya a nivel municipal, nacional e internacional.
Todos estos problemas están ligados de
manera indisoluble con el de la justicia social, el de la soberanía política,
la independencia económica del Tercer Mundo y la distensión y la cooperación
internacionales.
Muchos de ellos deberán ser encarados
por encima de las diferencias ideológicas que separan a los individuos dentro
de sus sociedades o a los Estados dentro de la comunidad internacional.
No debe olvidarse que el problema básico
de la mayor parte de los países del Tercer Mundo es la ausencia de una
auténtica justicia social y de participación popular en la conducción de los
asuntos públicos”.
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